Cerrado por huelga
Eran días de protestas, la gente salía a la calle a reivindicar: "Queremos...", "Fuera ...", "Si al ...", "No al ...", "Arriba ...", "Abajo ...", "Viva ...", "Muera ..." y similares esloganes llenos de creatividad. Es lo que tienen las multitudes, que no saben muy bien lo que se pide y por eso alguien tiene que escribírselo en las pancartas.
El pensador escéptico que consideraba su falta de apasionamiento como una suerte de logro espiritual, asistia indiferente a los acontecimientos desde su elevación intelectual.
Le llamó la atención la brutal agresión sufrida por un hombre que no estaba a favor ni en contra de nada, simplemente había bajado a ver que pasaba.
- Un tonto, pensó nuestro hombre.
Un joven, ajeno a los manifestantes, sufrió una grave caida desde una alta grua a la que había subido para agitar una banderola de colorines que había encontrado.
- Otro tonto, volvió a pensar y se quedó esperando al tercero, porque ya se sabe que no hay dos sin tres.
Las protestas cesaron y el hombre se quedo sin el tercer tonto.
Hay libros que tienen la asombrosa virtud de que los abres por cualquier página, y a poco que leas, increible, siempre encuentras una respuesta satisfactoria a tus cuitas. Varios días después cayó en sus manos un antiguo texto de un gran pensador chino. Lo abrió al azar y leyó:
"Es un necio el pescador que pasa horas y horas, con la caña en el mismo sitio, sin pescar nada. Más tonto aún es el que observa horas y horas al pescador que no pesca nada durante horas y horas. Pero el hombre más necio del mundo, el mayor cretino, es el que no se conmueve por nada, no se estremece por nadie, ni se identifica con alguna causa, aunque sea equivocada".
El intelectual por fin había encontrado al tercer tonto.
Confieso mi escasa o nula simpatía por unos sindicatos domesticados que comen en el pesebre del dinero público y no van a morder la mano que les da de comer.
Desconfio enteramente de su verdadera voluntad de intentar cambiar éste estado de cosas.
Me desazona el asalariado de cuello blanco que alimentado de las migajas de los poderosos, vive la ilusión de ser uno de ellos y no se reconoce como trabajador.
Dudo seriamente de la utilidad de una Huelga General, del si pero no demasiado, en estos momentos.
Detesto el gobierno de un inepto iluminado, compulsivamente mentiroso y rodeado de mediocres, que hasta les hace el trabajo a los sindicatos.
Abomino de una oposición instalada en la postura de dejar caer la fruta madura.
Sin embargo en los tiempos que corren, con fuerzas muy poderosas atacando con todo el descaro y sin piedad las conquistas sociales conseguidas tras muchos años de lucha, que además no van a cejar en su empeño para conseguirlo, tengo claro en que barco quiero estar y por eso este blog apoya la HUELGA GENERAL
6 comentarios:
Sin ambages y claro como el agua!
Un abrazo
No sería capaz de expresarlo tan claro como tu, tengo 49 años y aun en el pueblo, viví la alegria de la libertad y de la izquierda que empezaba a nacer, pero con los años menuda decepción, cuanta hipocresía, da asco y rabia una rabia infinita que muchas veces, desde la impotencia, hasta te duele físicamente.
Estoy desencantada de todos los partidos politicos y sindicatos en general.Cuando necesitas algo , nunca estan,,...., mañana veremos los resultados, pero seguiremos igual, el rico mas rico y el pobre mas pobre, y los trabajadores, igual de puteados.
Suscribo tu discurso. Íntegro
un abrazo
Tienes toda la razón del mundo. Saludos.
Está bien que en tiempos de medias tintas carguemos de un color intenso nuestras intenciones.
Saludos.
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