La esbelta farola, pizpireta desde su altura, pidió al sol del atardecer que la bañara en oro para su cita con la noche.
El jodido sol que no estaba para tonterías a la hora de acostarse..., la pintó de negro.
Etiquetas: atardecer, puesta de sol
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6 comentarios:
Bonitas palabras acompañan a esta bella imagen.
Saludos.
Bueno Kiko, pero parece que la luz que da es dorada, como el tugsteno de estas horas, un abrazo
Buenos tonos calidos y las lineas dan mucha fuerza a la imagen.
saludos
pues a mí me gusta la manita de pintura que le dió el sol, me parece un motivo muy bonito el fotografiado y además te ha quedado esplendida esta foto. me gusta la calidez y quietud, la calma que desprende
En vez de pintarla le puso traje de cola dorado con su estela... :)
Atardeceres, que pasión y dulzura me generan.
Un abrazo
Es costumbre de Lorenzo pintar las cosas de negro antes de acostarse... juguetón.
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