al-Qantarat

Si hay un puente que merece llamarse así, ese es el Puente romano de Alcántara.

La visión de su mole de granito, con casi 60 metros (71 con el arco central) de altura sobre el Tajo, sobrecoge. Fue construido en tiempos de Trajano y además de ser probablemente el más bello, es el puente más alto que construyeron nunca.

Es tan impresionante que los árabes lo llamaron al-Qantarat (El puente), en un derroche de imaginación.

En sus 1900 años de historia ha visto de todo. El Tajo no ha conseguido caerlo en este tiempo, el hombre si. Algunos de sus arcos han sido derruidos en más de una ocasión.

Protagonista de novelas y de multitud de leyendas, hay una historia que me resulta especialmente conmovedora.

Fue en 1475 cuando la guerra de sucesión al trono de Castilla entre Isabel La Católica y Juana la Beltraneja. Para impedir el paso del ejercito del rey de Portugal, el duque de Villahermosa hizo los preparativos para derruirlo. Enterado Alfonso V de Portugal de las intenciones del duque, le mando el siguiente recado: "él daría un rodeo, pues no quería el reino de Castilla con aquel edificio menos". Chulerías de rey.