Helianto, la flor que se enamoró del sol
Clitia, era una bella ninfa de agua, hija del rey Órcamo y de Tetis, diosa del mar. Se enamoró perdidamente de Helios a quien seguía en secreto todos los días desde que salía de su palacio por las mañanas hasta que llegaba al oeste por la tarde. Helios sedujo a Leucótoe, hermana de Clitia y esta celosa se lo contó a su padre. Órcamo furioso encerró a Leucótoe en una cueva hasta su muerte. Al enterarse Helios de la traición, despreció a Clitia, la cual consumió su vida viendo pasar a Helios, hasta que los dioses apiadados por su amor, la transformaron en helianto, helitropo o girasol.
6 comentarios:
Al igual que Clitia de Helios, así me he quedado viendo tu foto. A ver en qué me transforman los dioses
Me alegra volver a pasar por tu blog, ver tus girasoles mitológicos y esta explosión de amarillos.
Espero que todo bien.
Un abrazo Kiko
Sensacionales imágenes, todo un regalo para la vista y el espíritu.
Un saludo
I watch her and the moment of the day better and better.
privilege it is to see
Se la observa majestuosa, poderosa, única... impresionante.
Y tanto, que lo muestra con una agradable sonrisa "amarilla"
saludos
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