Fantasias orientales: La orilla de las colas de caballo silentes
Aquel año la temporada de lluvias del monzón se demoraba más de lo habitual. La situación en la aldea comenzaba a ser acuciante.
La aldea se reunió en consejo para decidir que hacer. El miembro más anciano del poblado recordaba una situación similar en su ya lejana infancia y propuso encaminarse al este en busca de agua y pastos para el ganado.
Un joven guerrero se opuso argumentando que sus vecinos podrían aprovechar la situación para ocupar sus tierras. El viejo, sentado en una roca, le intentó hacer ver que la tierra no merecía la pena si no sobrevivían.
El guerrero, contrariado, se levantó con animo de golpear al viejo de la roca. Éste, impasible, lo contuvo haciendo un ademán con la mano.
- Poderosas han de ser tus razones cuando estás dispuesto a pegar a un anciano para defenderlas. Hagamos lo que propones.
Fue horrible, para cuando llegaron las primeras lluvias, todo el ganado y la mitad de la aldea había perecido.
Mucho más delgado, el anciano permanecía sentado en su roca con la mirada triste perdida en la lejanía.
10 comentarios:
Me encanta, hasta has elegido bien la fuente del texto.
Eoss relatos Kiko ¿Son tuyos?
Me gusta la elegancia y sencillez de esta foto. Un saludo.
• La foto expresa toda la delicadez que necesita una historia tan bien elaborada. Disfrutemos de tu faceta de escritor.
• En verdad, siempre es necesaria la fuerza de la juventud, para mover el mundo, pero sin la sensatez y sabiduría que dan los años, muchas empresas se vuelven estériles... cuando no desastrosas. Y lo cuentas muy bien.
• un abrazo
CR & LMA
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La fotografía me encanta, aunque no comparta el que hayas puesto tu firma de esa manera porque desvía la atención.
El relato, muy interesante. La pujanza y pasión de la juventud frente a la sabiduría y experiencia de la vejez.
el resultado, siempre es conocido.
Una foto llena de paz y tranquilidad..., y en el relato se refleja la paciencia del anciano que es testimonio de su sabiduria y la incosciencia de la juventud.
Muy bueno artista.
Otro relato maravilloso. Saludos.
¡ Menos es más !. Finíiiisima.
Fantástica, que bien están las gotas ahí para que llegaras tu y las hicieras la foto.
Un abrazo.
esas gotas son espectaculares
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