La concreción del fastidio

Uno tiene los suficientes años para no caer en maniqueismos. Normalmente el que tiene empuje y da un paso adelante termina manejando el cotarro. Vivimos un momento en que desgraciadamente solo los mediocres dan ese paso. Se creen muy listos, les va bien, los demás somos tontos de baba, incluso pretenden que de "esta solo nos sacais entre todos". No creo en la justicia divina, pero en estos tiempos de zozobra donde parece que lo único que manda es el dinero, uno se alegra que los capullos como Florentino Pérez se vayan a la mierda con sus camisetas y tanto galáctico prepotente en un equipo que lo gana todo antes de jugar. Hay otras opciones y uno ve como un milagro a gentes que hacen cosas, luchan, creen en el esfuerzo colectivo y desde la humildad luchar con esfuerzo por lo que viene, dia a día. Estoy hasta los huevos de mediocres, oportunistas, serviles, aprovechados, sinverguenzas, impresentables de medio pelo, garrulos de cortijo, chulos de señoras putas y pedorros de Ferrari que se pavoneaban y ahora que se han quedado sin gasolina me piden que les empuje. Que se vayan a la mierda. No os engañeis, es SU CRISIS, la putada es que la vamos a pagar nosotros. Con cariño para Leo Messi, proyecto truncado de enano. Andrés Iniesta, el hijo del albañil de Albacete. Pedro, muy conocido en su pueblo, un tal Xavi, que por lo visto no juega mal... y tanta y tanta gente haciendo cosas importantes en todos los aspectos de la vida. A la mierda los "listos" del pelotazo, los creadores de problemas que nos importan un güevo, los aprovechados que nunca responden de decisiones que nos cuestan un riñón, los corruptos, las castas del privilegio a costa de los demás y que encima nos quieren hacer corresponsables. Como dice el amigo Ángel: "Cuando los tiempos eran mejores, y el viento favorable hinchaba el velamen, ninguno de ellos llamó a mi puerta para ofrecerme un pasaje en tan lujoso crucero."
Y UNA MIERDA. "Esto no os lo arreglamos con mi ayuda", faltaría más. Hay veces que uno se acuesta con la vana ilusión de que existe un orden en este mundo lleno de hijos de puta aprovechados, dervergonzados y prepotentes. A por ellos que son pocos y cobardes. Tendrán cara, pedirnos confianza los que nos han metido en este fregado. Que les den... y a ser posible en la carcel.