A grandes males, grandes remedios
Antonio nunca tuvo la oportunidad de ir a la facultad de Farmacia porque empezó a trabajar a los doce años. Cincuenta y tres años de botica despachando remedios en forma de pócimas, ungüentos, pomadas, pildoras y grageas dan para aprender mucho sobre la naturaleza humana. Porque Antonio ha vivido el paso de la botica de eméticos, culitorios, laxantes y colirios a los antidepresivos, ansioliticos y relajantes musculares, de los mucolíticos, antitusivos y expectorantes a los sofisticados antivirales. Del condón a escondidas a la píldora del día después. En todo este tiempo ha sacado de más de un apuro a padres primerizos agobiados con la fiebre del crio, ancianos solitarios en busca de remedios para su soledad, madres angustiadas por la falta de apetito de su hijo, enfermos imaginarios, damnificados de un atracón, perjudicados por una noche de juerga, novios efervescentes, pecadores con enfermedades vergonzantes y atribulados sufrientes del olor de pies. Por cierto, en esta botica se despacha, en formula magistral, el mejor remedio contra el olor de pies que se conoce.
Hay cosas que no se aprenden en ninguna Facultad.
17 comentarios:
Estamos de acuerdo. Tan sólo hace falta tener una mente abierta para aprender y un poquito de voluntad. El tiempo hará el resto.
Tus últimas fotos en grises son un derroche de técnica monocromática.
La facultad de la vida que es universal. Buen homenaje al proceso de aprendizaje, tan infravalorado en estos tiempos que corren.
Un abrazo
Comparto tu opinión, la vida es un aprendizaje continuo, y a veces tener muchos estudios no significa ser mas listo que otros que no los tiene. Hermosa fotografía. Saludos.
"Hay cosas que no se aprenden en ninguna Facultad" y que no hay otro capaz de enseñarlas más que el tiempo.
Saludos.
¡A ver quién es el docto que le enseña botica a Antonio!
Quizás desconozca alguna disciplina de las que se imparten en la Facultad de Farmacia, pero nadie le va a superar en el conocimiento de la naturaleza humana.
Me encantan estas fotos tuyas de personajes entrañables, tan cercanos a nosotros desde nuestra niñez y que merecen un sincero homenaje, como el que tu les ofreces.
Por otra parte, la fotografía me encanta. Tu conocimiento del procesado en blanco y negro es envidiable, Kiko.
Un abrazo.
Lo cofieso yo uso esa crema de los pies.Despues de haber provado muchos remedios,he comprovado que este es el mejor.
Pruebenlo,se lo recomiendo.
y tu encontraste la formula magistral para estos reportajes temáticos. me gusta mucho la foto y el virado que le diste. El señor destila sabiduria y se le ve paciente y entregado a su trabajo, así da gusto ir a los sitios. Muy bonito tu texto pero esto ya no es novedad. abrazos
p.d. no se si os pasa a vosotros pero a mi no se me actualizan las fotos que subo, ¿es algun problema de blogger? a veces tardan hasta varios dias y asi claro, no hay manera de seguirlo a uno.
Amar la profesión que uno ejerce con cariño a los demás sana más que el tratamiento más sofisticado.
QUE SUERTE LA VUESTRA, teniendo a Antonio.
Un saludo.
Totalmente de acuerdo contigo.
Saludos
O senhor António tem um ar simpático e emite confiança.
Me gusta tu foto y también tus palabras. Y me gusta el homenaje y reconocimiento que le demuestras a Antonio. Se lo merece sobradamente y es muy bonito por tu parte que hayas reparado en el detalle, kiko. Sobretodo porque esta clase de gestos que para mí son muy valiosos pero también muy poco frecuentes.
Un abrazo a los dos!!
Este señor aprendio el oficio desde pequeño en la propia farmacia...que mejor universidad que esta.
Me gusta mucho esta serie de oficios.
Besos
En estos tiempo que corren sino llevas un título bajo el brazo no eres nadie, que no quiere decir que por llevarlo eres mas que nadie.
Antonio es un buen ejemplo, no necesito asistir a aulas con catedráticos, hacer practicas en laboratorios o llevar los apuntes bajo el brazo. Su dedicación y sus años detrás de ese mostrador y la rebotica le han dado un título honorario "Don Antonio" Licenciado en Farmacia por la Universidad de la Vida.
Un bonito homenaje a ese hombre de mirada dulce.
Gracias por compartirlo, es un placer aprender de los dos.
Besos desde mi puerto.
Olha olha, temos série, e que série.
Kiko, mestre fotografo e sociólogo. Homenagem para quem merece, como deveriam ser sempre...
Abrazo
una imagen distinta a la que estamos habituados a ver en el día a día, quizá no nos detengamos a valorar suficientemente esos oficios que se aprendieron con la mejor escuela, "la de la vida" .
saludos, Kiko
Que bonita entradaaaaaaaaaaa, olé, olé y olé por ti.
Ese hombre...Antonio, tiene cara de sabio, de esa sabiduría que da ver pasar el tiempo con sus cambios y cambiantes, esa sabiduría que da el trabajo y tratar con tanta gente...
Tiene cara de buena persona...de persona de las de antes, yo me considero de las de antes jajajaja y es un placerazo, con la de grandes males que hay actualmente, pasarse por tu casita hoy, para que nos des grandes remedios junto con Antonio jajajaja.
Un abrazote Kiko
Como dice Sara es una bonita entrada, y un precioso homenaje para Antonio.
Un abrazo
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